· Estacionar su vehículo en lugar seguro, donde no perjudique la
circulación y fuera de la calzada.
· Parar el motor, cortar el encendido e inmovilizar el vehículo (freno de
mano, calzos).
· Cortar el encendido de los demás vehículos implicados.
· Colocar los dispositivos de preseñalización de peligro (a 50 m. o 100
m. si es autopista o autovía), y poner en funcionamiento la señalización
de avería y las luces que en cada circunstancia sean obligatorias.
· Si el coche se ha incendiado no use agua, sólo el extintor o arena.
· Pida auxilio por teléfono llmando al teléfono 112, o por medio de los Postes de Auxilio SOS si
existiesen. Facilite a estos organismos la mayor información posible,
datos tales como: lugar exacto del accidente, qué ha sucedido, número
y estado de gravedad de las víctimas, etc.
· Comprueba el estado de los heridos pero salvo en situaciones
extremas en las que corra peligro su vida, no los toque, una
movilización errónea puede producirle lesiones irreversibles. Caso de
tenerlo que mover nunca debe hacerlo una sola persona. El cuerpo se
debe mover como un bloque: nunca flexionar la columna o el cuello.
Una persona debe sujetar la cabeza y otras dos el tronco y las piernas.
· Sólo circunstancias excepcionales (incendio del vehículo,
imposibilidad de realizar maniobras básicas de reanimación) pueden
obligar a sacar a un accidentado del interior del vehículo y, en tal
supuesto, modifique la situación del asiento y quite o corte el cinturón
de seguridad. Coja al herido por detrás, con sus brazos por debajo de
las axilas y sáquele con mucho cuidado, avanzando de espaldas, hasta
depositarle fuera de la calzada.
· Preste los primeros auxilios a las víctimas según sus
conocimientos, pero procure mover al accidentado lo menos posible. Si
es un motorista no intente quitarle el casco. Si la víctima no respira, o si
la respiración es irregular, hay que practicarle inmediatamente la
respiración artificial.
· En caso de "shock" es primordial poner los pies de la víctima en alto
o protegerla del frío poniéndola una manta, incluso en verano, hasta
que sea trasladado a un centro hospitalario o se lleve a cabo su
evacuación.
· El traslado de los heridos debe hacerse en vehículos especiales y
por personal profesional. Nunca se debe intentar meter a un herido en
el asiento trasero de un coche, deberá ir tumbado sobre una superficie
dura. En la mayoría de los casos es preferible dejarlo tumbado en la
carretera, bien abrigado, en espera del transporte sanitario. Sólo en
casos excepcionales como puede ser un lugar incomunicado o alejado,
hemorragia externa imposible de detener, etc., justifican el traslado en
un vehículo particular (mejor furgoneta o camión) y por personal no
especializado, siempre que se haga el mismo a una velocidad
moderada, sin brusquedades, acompañado por alguien que observe la
evolución de su estado y tranquilice al herido, y el accidentado vaya en
una posición adecuada (de defensa, anti-shock o posición de lesionado
vertebral o medular.)
· Todo herido o lesionado en accidente de tráfico debe ser visto por un
médico, aún cuando su estado en apariencia no haya presentado
complicaciones, y de manera muy expresa aquellos sujetos que hayan
padecido traumatismos craneales o faciales.
· Impida que el público rodee a los accidentados o que permanezca en
la calzada. Compruebe que los calzos, si se han utilizado, han sido
retirados de la carretera.
· Si en el lugar del accidente ya se encuentra la Guardia Civil, Policía
Local, Protección Civil, o cualquier servicio de rescate, salvo indicación
expresa de los agentes, no se detenga a curiosear porque puede
provocar retenciones u otros accidentes.